lunes, 8 de febrero de 2010

Hoy le toca a Clarín

Miren esta tapa. Lean este título catástrofe.
Estuve tratando de encontrarle alguna justificación lógica y no la hay.

Cualquier profesor de periodismo lo pondría como ejemplo a sus alumnos: “esto es la no noticia”, “esto es lo que no hay que hacer cuando se titula”, dirían. Acaso es opinión de un tercero: entonces no es noticia ni vale para un título catástrofe y mucho menos en tapa.

Se supone que Clarín tiene los mejores profesionales, tiene hasta una escuela de periodismo… Sin embargo ¿son tan brutos?

Posiblemente sus directivos y jefes ya no razonen correctamente. De tanto augurar caos y crispaciones, intentan poner ciertas sutilezas que no lo son. Quizá perdieron el rumbo, y con él, la credibilidad. Si sólo se perjudicaran ellos no sería nada, pero están afectando la credibilidad del periodismo todo.

Más tarde o más temprano, el lector va a dejar de creer, va a asimilar totalmente que están realizando un juego de poderes ajeno a la esencia del periodismo, ligado solamente a los intereses empresariales de los dueños de los medios.

Es un pecado tirar por la borda el trabajo de tanta gente durante tanto tiempo, pero son los riesgos que se corren cuando se pierde el horizonte y la profesionalidad.

¿No le parece?

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