jueves, 29 de octubre de 2009

Otra vez el doble discurso y la demagogia

Otra vez Joaquín Morales Solá, en La Nación, convertido en el vocero del pensamiento más retrógrado, alza la voz en defensa de la “libertad”.
Si, aunque parezca mentira, esta vez (jueves29-10-09) escribe desde su postura pontificante, erigiéndose en el vocero de los automovilistas que, el miércoles 28, quedaron taponados en Panamericana por un corte.

Se trataba de una protesta de ex combatientes de Malvinas que, más allá de lo valedero o no de su reclamo, el escriba se encarga de desmerecer, no solo por el corte, sino por sus fundamentos (que no explica cuáles son, como debería haber hecho un periodista de verdad).
Él lo único que quiere es aprovechar la ocasión para atacar a los Kirchner (a quienes se entiende que odia, aunque tampoco explica motivos. ¿Será que escribe sólo para su propio público, al que no quiere convencer, sino azuzar? ). Y utiliza una falta de imaginación llamativa: contrapone demagógicamente la necesidad del corte (para él inmotivado) con ¡un señor que lleva a su madre enferma al hospital!
Original hasta la médula, el seudo periodista culmina su editorial-nota de color con un final feliz, luego del sufrimiento impuesto por los K, al mejor estilo hollywoodense: “Nada importaba ya: la libertad estaba a pocos metros, por fin recobrada.”

¿Sabrá este hombre qué es la libertad?
¿Sabrá que perderla no es quedarse atrapado en la autopista? ¿Sabrá que eso ya lo contó Cortázar, entre otros?
¿Mantendrá el doble discurso de su empleador defensor de los cortes con 4x4 y boina?

Tal vez para él que, según cuenta en uno de sus últimos artículos, luchó con tanto denuedo junto a sus patrones para arrancarle a la dictadura las acciones de Papel Prensa en 1977, la libertad sea poder gozar hoy del control absoluto sobre la materia prima con se fabrican los periódicos.

Ver el artículo de JMS en: http://www.lanacion.com.ar:80/nota.asp?nota_id=1191881&origen=NLColHoy

miércoles, 28 de octubre de 2009

Periodismo basura

Ernesto Martinchuk critica cierta práctica periodística a la que califica de “periodismo basura”, en una nota que salió hoy en Página 12.

Por Ernesto Martinchuk *


Las personas creemos estar informadas por la sobredosis de noticias que recibimos diariamente –hoy se lee en un día lo que en el siglo XVIII se tardaba casi una vida–, pero, en realidad, se reciben las coberturas que los grandes medios desean difundir. ¿Existe una diabólica agenda que pauta cada día “Noticias Basura”, que se difunden significativamente en los grandes medios de todos los países?

La palabra “infotretenimiento” (infotainment) comenzó a ser utilizada en los ’80 por el académico Carl Jensen, quien agregó que las “Noticias basura son bocadillos azucarados pero nada nutritivos para el consumidor”.

Los ciudadanos “engordan” alimentándose con “comida chatarra”, porque es más barata, y la gente es forzada a consumir “noticias basura”, que aumentan su obesidad cultural y mental en vez de informarlas en forma veraz.

Hoy no nos asombran los periodistas que incursionan en el mundo de la publicidad o del espectáculo. Suelen “vendernos” desde un seguro hasta un yogurt. El segmento policial está auspiciado por la publicidad de puertas blindadas. Pareciera que la calle de la “empresa periodística” y el “periodismo” se ha convertido en una avenida de doble mano.
El “Periodismo Basura” presenta historias que abordan asuntos importantes manipulando historias, trivializándolas o personalizándolas, para, a menudo, derivar en un relato divorciado de los criterios de interés general original.

Por otra parte, asistimos a un nuevo fenómeno: todos los noticieros apelan a las imágenes existentes en YouTube sin chequear, muchas veces, si son reales o armadas. Es significativo el tiempo que en los noticiarios de televisión destinan a banalidades sensacionalistas, en vez de ofrecer noticias que hacen al desarrollo tecnológico, la nanotecnología, la cultura, la educación, la salud, el desarraigo, la migración interna, la planificación urbana o rural, el agua, las fuentes de energía, la minería o problemas que hacen a la calidad de vida vigentes en el país todo. Nos han enseñado a vivir el presente sin proyectarnos hacia el futuro como personas y país. La clase dirigente también, los empresarios y muchos destacados periodistas sólo se ocupan de salvaguardar sus intereses.

Nuestros adolescentes saben más de héroes y “patriotas” extranjeros, se promocionan artistas, festividades y costumbres de otros países mucho más que las de carácter nacional. Como dice mi amigo Jorge Alessandrini: “... en nuestro país a los próceres se los homenajea pero no se los honra...”.

Si una democracia depende en buena medida de la calidad de las formas de comunicación que la hacen posible, es necesario rehabilitar la vida pública, llenando el presente de palabras y actos que permitan imaginar horizontes nuevos dado que faltan propuestas y sobran escándalos en el estéril panorama intelectual de los medios.

* Periodista. Docente en la Escuela de Periodismo Círculo de la Prensa.

jueves, 22 de octubre de 2009

Las tapas de hoy, un ejemplo de lo que no debe ser el periodismo

Clarín ya no tiene límites en su enfrentamiento con el gobierno. Dejó de lado todo lo que signifique información y pasó a titular atacando, informar a medias y destacar sólo aquello que sirva para su pelea contra el gobierno.

Ni siquiera tiene descanso, como algunos sectores políticos opositores. Está cumpliendo con ese viejo dicho de los italianos que caracteriza la actitud negativa total hacia sus gobernantes: "Piove, Goberno ladro!". ("Llueve, ¡Gobierno ladrón!").

Claro que si eso puede despertar simpatía como referencia al humor popular, nada tiene que ver con el ejercicio de una profesión, la periodística, que debe ser cauta, preservar la objetividad dentro de lo razonable y actuar pensando en toda la ciudadanía y no en sectores determinados.
Pero se sabe, que eso del derecho a ser informado no corre para Clarín. Para ellos sólo funciona la defensa de sus intereses económicos empresarios y, es evidente por la forma en que actúan, no les interesa si se gobierna mal o bien, les importa si los gobernantes sirven a sus intereses o no.

La tapa de hoy dice: “El senado quiere saber quién paga la violencia política”.
Un título sumamente interpretativo, que se parece mucho a una mentira, ya que no refleja el contenido de la nota donde se afirma que el senado: “aprobó por unanimidad su "más enérgico repudio" al ataque contra el jefe de la UCR y un pedido de informes al Poder Ejecutivo para que explique cuánto dinero le gira a las organizaciones sociales de Jujuy”. Algo del todo apartado al título. Y el título debió estar sujeto a esa realidad que luego se menciona. ¡Estudiantes de periodismo atentos!: sigan de cerca a Clarín para saber como no se titula… siempre que se quiera ser objetivo o ecuánime.
¿Clarín estará tratando de fijar la idea de que se viene la “violencia política”? Como ayer el fraude electoral, la gripe A o la desaparición de TN, y tanto más…

El colega La Nación. Colega de Clarín en eso de fijar agendas propias y realidades inventadas, no le va en zaga. Como ayer, su título empieza con un plural vergonzante: “Acusaron al Gobierno de financiar un grupo mafioso”.

El acusaron es para la denuncia de Gerardo Morales, presidente del radicalismo y uno de los candidatos a pelear por la presidencia en las elecciones de 2011. Llamativamente es la denuncia más importante del día, aunque nada dice sobre la denuncia del acusado por el senador sobre los supuestos subsidios que recibe del gobierno provincial para su FM.
Sólo una pregunta. ¿Por qué es más importante la denuncia de un senador en campaña permanente, que la que aparece más chica, debajo de ésa y que proviene de un juez, donde se dice, esta vez entre comillas como para no comprometerse: “La policía recluta a menores para robar”?

Si esto no es opinar desde las tapas, y actuar políticamente antes que de forma periodística, que me digan qué es.

miércoles, 21 de octubre de 2009

La tapa de La Nación y las reglas del periodismo

Y qué le vamos a hacer… Parece que La Nación está decidida a cambiar las reglas del periodismo. Hoy volvió a hacer punta, con un título que dice una cosa y una nota que dice otra.

Ustedes me dirán que eso no es nuevo, que Clarín lo hace todos los días. Por supuesto, pero Clarín tienen un argumento irrebatible: todas sus tapas informativas son para defenderse de los Kirchner y para que sus lectores entiendan de una vez por todas (todavía quedan algunos rebeldes) que el gobierno actual hace todo mal. Que todo lo que recauda el Estado va a parar a los bolsillos de los Kirchner, que cada obra que se inicia es un acto de corrupción, que los proyectos son solo intentos de robar y que los discursos de Cristina son velados ataques a la noble Ernestina y a sus legítimos hijos.

Pero dejando de lado esto, que ahora está claro, vuelvo a La Nación. Algunos creen que tengo algo contra el diario de los Mitre, pero están equivocados totalmente. Leo el diario de los Mitre desde los doce años, porque me parece el mejor escrito, el más informado y el que tiene periodistas de gran calidad y variedad. Por ejemplo, los suplementos deportivos y de espectáculo son infinitamente superiores a los de su competencia directa; es el que tradicionalmente ha sabido utilizar su Fe de erratas y tiene a Lucila Castro, capaz de explicar y corregir las fallas de escritura más comunes que se filtran, cada vez con mayor asiduidad, en sus páginas.

Ojo, también sé quién fue Mitre, sus posturas elitistas, el genocidio de la Guerra de la Triple Alianza y todo eso, y que, por tradición y por ideología, el diario no se cansa de mostrar que está a favor de los más ricos, de los dueños de las tierras de las grandes empresas, a favor de todas las dictaduras que supimos conseguir, de los golpes de estado, del glifosato y del “mundo libre” (¿de competidores?).

Pero también sé que tenía cierta ética (por ejemplo, antes no permitía que sus periodistas recibieran regalos empresarios), que tenía un respetable Manual de Estilo y de Ética que seguía puntualmente. Sin embargo, ahora me confunde un poco.

Pero pasemos a los hechos.
Hoy en su tapa, a cuatro columnas titula:
“Allanan un ministerio porteño y Macri acusa a la Federal”. Arriba, la volanta dice: “El caso de espionaje – Tensión entre la ciudad y la casa rosada”. Y más abajo: “Montenegro denunció una infiltración”.
Entonces uno recurre a los manuales y se pregunta ¿cuál es la noticia? ¿La Federal allanó un ministerio? Eso es lo que dice el título ¿La noticia es que Montenegro descubrió un ‘infiltrado’? ¿Qué se peleó Macri con Cristina?

No señores, aunque parezca mentira, la noticia es que el juez avanza en la investigación por el espionaje que desde el gobierno porteño se hacía sobre docentes y familiares de las víctimas de la AMIA. Y que el allanamiento lo ordenó la Justicia.

No importa lo que se diga después, o cómo se desarrolle la nota, la primera impresión, lo que queda en la mente, es lo que el “periódico independiente” parece hacer: desviar la atención del punto principal y buscar culpables fuera del (¿su protegido?) gobierno de la ciudad.
Seguramente es una apreciación aventurada de mi parte, pero me parece que las reglas de ética y de estilo se las están metiendo en un recóndito espacio multimediático, muy alejado del diario en su versión papel o digital.

Ojalá me equivoque, y que mañana aparezca la siempre bienvenida fe de erratas.

martes, 20 de octubre de 2009

¿Perverso y manipulador el periodismo argentino? Nooo

Hoy, dos grandes diarios argentinos, con una larga trayectoria profesional, incurren en graves violaciones éticas que, en otras circunstancias, harían caer la cabeza de los responsables.
Si no se tratara de errores que seguramente habría que corregirán con prontitud, daría a pensar que se trata de una campaña negativa, que busca impulsar un creciente mal humor en la opinión pública. Algo que no podemos creer que puedan realizar estos cabales defensores de la libertad de expresión.

Vamos a los hechos.

“Hay enojo con Maradona pero no lo dice casi nadie”, dice el titular de “último momento” de la edición electrónica de Clarín (20-10-09). Un título confuso que indicaría que el cronista sabe algo que no se dice, pero que él adivina o que intuye o que le han dicho sólo a él. Como el título no lo especifica, para ser creíble tendría que tener los testimonios de no se sabe cuántos que piensan pero que no dicen.
Siguiendo esta línea periodística, un título ideal para encuestas preelectorales sería: “Aunque la gente no lo diga, va a ganar tal candidato”

Otra perla hay hoy en la edición de papel de La Nación (20-10-09):
En el centro de la tapa, debajo de una foto donde se muestra a supuestos dirigentes piqueteros, el título indica: “Respaldo piquetero a los agresores de Morales”.
Y debajo dice que marcharon: “…para respaldar a Milagro Sala, la dirigente de la agrupación Tupac Amaru que el viernes pasado agredió en Jujuy al senador y jefe de la UCR, Gerardo Morales.”

Más allá de que la dirigente mencionada declaró que estaba a varios kilómetros de distancia en el momento de los hechos denunciados por Morales, y que de no probarse tal acusación el texto caería lisa y llanamente en la calumnia y la injuria, el propio diario La Nación no admite esta clase de afirmaciones en sus páginas.

Veamos.
En el “Manual de estilo y ética periodística” publicado por el matutino (Edición 1997), en la página 46 se señala: “Algunas reparticiones públicas (…) suelen emitir comunicados en los que por el hecho de que una persona haya sido detenida se da la impresión, explícita o implícita, de que es culpable.
La culpabilidad de una persona sólo puede dictaminarla la Justicia, al cabo del debido proceso.”

Está muy claro cuál debe ser la conducta del medio y el terrible error cometido, atendiendo sólo a una versión interesada.

Muchachos, tendrán que repasar los manuales de ética que preparan los mismos medios… O bien, las campañas de prensa tendrán que aprender a hacerlas con mayor delicadeza.

lunes, 12 de octubre de 2009

En memoria del 12 de octubre

¿Quién debe a quien?

Aquí pues, yo, Guaípuro Cuauhtémoc, descendiente de los que poblaron la América hace cuarenta mil años, he venido a encontrar a los que se la encontraron hace quinientos.

Aquí pues, nos encontramos todos: sabemos lo que somos y es bastante. Nunca tendremos otra cosa.

El hermano aduanero europeo me pide papel escrito con visa para poder descubrir a los que me descubrieron
El hermano usurero europeo me pide pago de una deuda contraída por Judas, a quien nunca autoricé a venderme.
El hermano usurero europeo me explica que toda deuda se paga con intereses, aunque sea vendiendo seres humanos y países enteros sin -pedirles consentimiento.
Yo los voy descubriendo

También yo puedo reclamar pagos, también puedo reclamar intereses.
Consta en el archivo de Indias, papel sobre papel recibo sobre recibo, firma sobre firma, que solamente entre el año 1503 y el l660 llegaron a San Lúcar de Barrameda 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata que provenían de América.
¿Saqueo?... ¡No lo creyera yo!... Porque es pensar que los hermanos cristianos faltan a su séptimo mandamiento.
¿Expoliación?... ¡Guárdeme el cielo de figurarme que los europeos, igual que Caín, matan y después niegan la sangre del hermano!
¿Genocidio?... ¡Eso sería dar crédito a calumniadores como Fray Bartolomé de Las Casas, que calificaron el encuentro de "destrucción de Las Indias", o a ultras como el doctor Arturo Píetri quien afirma, que el arranque del capitalismo y de la actual civilización europea se debió a la inundación de metales preciosos arrancados por ustedes, mis hermanos europeos, a mis también hermanos de América!

¡No! Esos 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata deben ser considerados como el primero de varios préstamos amigables de América para el desarrollo de Europa.
Lo contrarío sería presuponer crímenes de guerra, lo que daría derecho, no sólo a exigir devolución inmediata, sino indemnización por daños y perjuicios.

Yo, Guaípuro Cuauhtémoc, prefiero creer en la menos ofensiva de las hipótesis para mis hermanos europeos.

Tan fabulosas exportaciones de capital no fueron más que el inicio de un plan "Marshallzumaj" para garantizar la reconstrucción de la bárbara Europa, arruinada por sus deplorables guerras contra los cultos musulmanes, defensores del álgebra, la arquitectura, el baño cotidiano y otros logros superiores de la civilización...

Por eso, una vez pasado el Quinto Centenario del Préstamo, podemos preguntarnos:
¿Han hecho los hermanos europeos un uso racional, responsable o, por lo menos, productivo de los recursos tan generosamente adelantados por el Fondo Indoamericano Internacíonal?.
Deploramos decir que no. En lo estratégico, lo dilapidaron en las batallas de Lepanto, Waterloo, Armadas Invencibles, Terceros Reíchs y otras formas de exterminio mutuo, para acabar ocupados por las tropas gringas de la OTAN como Panamá (pero sin canal).

En lo financiero han sido incapaces -después de una moratoria de 500 años- tanto de cancelar capital e intereses, como de independizarse de las rentas líquidas, las materias primas y la energía barata que les exporta el Tercer Mundo.

Este deplorable cuadro corrobora la afirmación de Milton Fríedman, conforme a la cual una economía subsidiada jamás podrá funcionar y nos obliga a reclamarles -por su propio bien- el pago de capital e intereses que tan generosamente hemos demorado todos estos siglos.

Al decir esto, aclaramos que no nos rebajaremos a cobrarles a los hermanos europeos las viles y sanguinarias tasas flotantes de un 20 por ciento y hasta un 30 por ciento anual que los hermanos europeos les cobran a los pueblos del Tercer Mundo -nos limitaremos a exigir la devolución de los metales preciosos adelantados, más el módico interés fijo de un 10 por ciento anual acumulado durante los últimos 300 años-.

Sobre esta base, aplicando la europea y usurera fórmula del interés compuesto, informamos a los descubridores que sólo nos deben, como primer pago de su deuda, una masa de 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata, ambas elevadas a la potencia de trescientos. Es decir, un número para cuya expresión total serían necesarias más de trescientas cifras y que supera ampliamente el peso total de la tierra.

¡Muy pesadas son estas moles de oro y de plata!
¿Cuánto pesarían calculadas en sangre?
Aducir que Europa en medio milenio no ha podido generar riquezas suficientes para cancelar este módico interés sería tanto como admitir su absoluto fracaso financiero y/o la demencial irracionalidad de los supuestos del capitalismo.

Tales cuestiones metafísicas, desde luego, no nos Inquietan a los Indo Americanos.
Pero sí exigimos la inmediata firma de una carta de Intenciones que discipline a los Pueblos deudores del viejo continente; y los obligue a cumplir sus compromisos mediante una pronta privatización o reconversión de Europa que les permita entregárnosla entera como primer pago de una deuda histórica.

Dicen los pesimistas del Viejo Mundo que su civilización está en una bancarrota que les impide cumplir con sus compromisos financieros o morales.
En tal caso, nos contentaríamos con que nos pagaran entregándonos la bala con que mataron al poeta.
Pero no podrán; porque esa bala es el corazón de Europa.

Luis Britto García
Britto García, Luis (1940- ), abogado y escritor venezolano que se ha dedicado al periodismo y a la docencia, desempeñando la cátedra de Historia del Pensamiento Político en la Universidad Central de Venezuela.Fuente: www.elhistoriador.com.ar

viernes, 9 de octubre de 2009

Los dueños de los multimedios amordazan a sus periodistas

Esta es la solicitada que los trabajadores de Crítica no pudieron publicar en su diario:

"Trabajamos en Crítica de la Argentina y apoyamos la ley de Medios

-Porque es inadmisible que unos pocos grupos económicos concentrados manejen el 80 por ciento de la comunicación audiovisual de la Argentina, lo que genera un oligopolio mediático que atenta contra el derecho a la información.
-Porque se basa en los 21 puntos que desde hace cinco años viene reclamando la “Coalición para una Radiodifusión Democrática”, integrada por más de trescientas organizaciones sociales de todo el país.
-Porque deroga el decreto-ley de la dictadura militar, modificado por el menemismo como una forma de controlar y monopolizar la información, y lo reemplaza por una ley antimonopólica que surge del sistema democrático.
-Porque la diversidad mediática otorga más fuentes de trabajo y abre un abanico de voces. En ese sentido, rechazamos la idea de que se está con el Gobierno o se está con Clarín: así como las empresas privadas no deben manipular la información a favor de sus intereses, los medios públicos deben tener independencia del Ejecutivo.
-Porque somos periodistas, fotógrafos, diagramadores, diseñadores, correctores, entre otros, que desarrollamos tareas en un medio de comunicación, e involucrarnos en este debate con libertad de conciencia nos resulta imprescindible.
Por todo esto, los abajo firmantes, miembros del staff de Crítica de la Argentina expresamos nuestro apoyo, en general, a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
Alejandro Agostinelli- Pablo Alabarces - Cristian Alarcón - Germán Alemanni - Daniel "Sueco" Álvarez - Norberto Baruch - Juan José Becerra - Alicia Beltrami - Alejandro Bercovich - Bruno Bimbi - Eduardo Blaustein - Esteban Bogado – Jesica Bossi- Gastón Bourdieu - Hernán Brienza - Pablo Bruetman - Andrés Burgo - Hernán Buzzella - Tomás Canosa - Martín Caparrós - Nelson Castelli - Agustín Colombo - Stella Córdoba - Nicolás Correa - Pablo Corso - Washington Cucurto - Laura Eiranova - Jorge Estebenet - Mauro Federico - Matías Fernández - Roberto D. Fernández - Andrés Fidanza - Guadalupe Gaona - Diego Genoud - Luciana Geuna - Maxi Goldschmidt - Leni González - Rodolfo González Arzac – Gabriela Granata- Emiliano Gullo - Florencia Halfon-Laksman - Luis María Herr - Belén Ianuzzi - Mariano Jasovich - Natalia Laube - Leonel Lenga - Ángela Lerena - Diego Levy - Josefina Licitra - Julio López - María Fernanda Mainelli - Juan Maizares - Diego Mancusi- Claudio Mardones - Mariano Martín - José Medrano - Fabiana Moret - Adriana Muñoz - Fernanda Nicolini - Martina Noailles - Sergio Olguín - Rodolfo Palacios - Guillermo Paltrinieri - Diego Paruelo - Virginia Passini - Marcelo Pavazza - Sebastián Penelli - Nicolás Peralta - Patricio Pidal - Martín Pietruszka - Gustavo Pujol - Carolina Ricaldoni- Guillermina Ríos Ereñú - Federico Rivas Molina - Magdalena Rodríguez - Javier Romero - Leandro Sánchez - Diego Sandstede - Rafael Saralegui - Eugenia Saúl - Candelaria Schamun - Diego Schurman - Federico Sierra - Tamara Smerling - María Sucarrat - Octavio Tomas - Roka Valbuena - Gabriela Vulcano - Alejandro Wall - Ariel Zak - Claudio Zlotnik"

miércoles, 7 de octubre de 2009

¡Patético!

Manifestaciones a favor de los monopolios

Varios cientos de personas se reunieron, el martes por la tarde, frente al Congreso Nacional para defender al Grupo Clarín y protestar contra el proyecto de ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, proyectado y defendido por cientos de organizaciones sociales, periodísticas y culturales, con el fin de limitar a los monopolios de la comunicación.

En el acto, organizado por un conglomerado de agrupaciones, prácticamente desconocidas, numerosos manifestantes se mostraron con simbólicas "mordazas" (una cruz roja que les tapaba la boca, respondiendo a los slogan que el Grupo repite diariamente en sus numerosos medios).


En el cierre del acto, el rabino Sergio Bergman rechazó la ley, repitiendo como un virtual vocero, las consignas del Grupo Clarín: "En poco tiempo, todo lo que vas a poder ver es canal 7".

Apoyaron fervientemente, el “ruralista” entrerriano Alfredo De Angeli, el dirigente desocupado Raúl Castells, el ex ingeniero Juan Carlos Blumberg y la defensora de la dictadura militar, Cecilia Pando.