lunes, 14 de septiembre de 2009

Canal 7, Pablo Sirven y La Nación

Alguna vez se elogió desde aquí a algunos periodistas que, a pesar de escribir en el diario La Nación, consiguen mantener ecuanimidad, rigor crítico e independencia con respecto de la línea del diario. Es envidiable.
Por desgracia, son pocos los que consiguen mantenerse con criterio propio y no sucumben a la fuerte presión que se ejerce, desde los grupos monopólicos de la prensa, para que todo su personal se alinee con los intereses de la empresa.
Y si no, que lo digan los periodistas del Grupo Clarín, que en estos días son perseguidos, hasta en sus trabajos independientes, para que sostengan la postura del grupo en contra de una ley de comunicaciones que limite, aunque sea en parte, el poder de los monopolios.

Hoy en La Nación se publica en tapa una nota que va en la dirección de oposición firme que sostienen todos los grandes empresarios de la comunicación a favor de la “Ley de la Dictadura”. (Mencionado esto con similar intencionalidad con la que se dice “Ley de control de medios”, olvidando que aquella tiene como órgano de control a los tres comandantes de las Fuerzas Armadas).
Desde el título, el artículo que tiene la firma de Pablo Sirven se pregunta ¿Canal 7 es TV pública o propaladora oficial? Y en él se asegura que Canal 7 se “obsesiona” con la ley y adjetiva que en los “sucesivos, largos y repetidos informes” son mínimas las declaraciones en contra.
El articulista se queja luego de que no aparecen declaraciones contrarias a “las pintadas, declaraciones altisonantes y diatribas del matrimonio presidencial contra la prensa”, y sugiere que censuran a los que dan su opinión, poniendo como prueba una carta de “estudiantes de la Universidad de Belgrano”.
¿Le habrán enseñado a Sirven en la escuela de periodismo que su afirmación “matrimonio presidencial” es tendenciosa y fuera de lugar”? ¿Se dará cuenta Sirven que esa consigna, tanto como “los K”, y otras similares son una manera de menospreciar sin argumentar, que tienen mucho de publicidad y poco de periodismo y que se parece mucho a otra consigna que usaron los grandes medios allá por los ‘60, cuando trataban de fijar en la opinión pública el concepto de que el presidente constitucional de entonces era lento “como una tortuga” y por lo tanto ineficiente?

Luego, con una objetividad pasmosa, basada en trascendidos y opiniones personales, se queja de la cantidad de informativos que tiene Canal 7, y en particular parece molestarle uno que se emite a las 20. “Allí se combina la más rancia y oficialista bajada de línea sobre los temas de actualidad con filosos informes compaginados al mejor estilo TVR”.
Luego de tan brillante y completa crítica, que parte de una opinión personal sin dar fundamento, le parece “inquietante” que una columnista de ese canal haya dicho que no se estaba metiendo con los medios gráficos, “que es una cuestión a debatir en otra oportunidad”. A él le parece inquietante, ¿o será a sus patrones, que gozan del privilegio de haber obtenido de Videla el control de la materia prima con que se fabrican los diarios, en sociedad con el Estado y Clarín. (Esos diarios ¿alguna vez le habrán llamado “dictador” o reprochado falta de libertad de prensa a Videla?)
A Sirven también le parecieron “deducciones rápidas y aviesas” las de un cronista que dijo que impedir el tratamiento de la ley era darle continuidad a la de la dictadura (¿no es así?).
También afirma muy suelto de cuerpo que es “antipática” la asociación que se hizo en un programa de Canal 7, entre los firmantes de la actual ley (Martínez de Hoz y Videla), porque “se le pega, de paso, a dos enemigos declarados del kirchnerismo: el campo y la dictadura militar”. En su torpe ataque a Canal 7 Sirven olvida que M. de H. y Videla no son dos entes, sino los que desbarataron la Constitución y promovieron el terrorismo de estado. Olvida que la dictadura militar no es la enemiga de los K, sino de todo el pueblo argentino. Y mal favor le otorga a lo que el llama “el campo”, asociándolo con quien llevó adelante la destrucción de la economía nacional de la mano de un régimen nefasto.

Finalmente, y después de seguir con sus opiniones a favor o en contra de hechos y personas, inexplicablemente, Pablo Sirven dedica seis párrafos de su nota a elogiar a “la emisora con mayor diversidad temática de la televisión argentina” (SIC).
Para concluir con una afirmación absolutamente compartible: “¿Canal 7 no debería cubrir y tratar los temas de actualidad nacional (…) con la amplitud necesaria para abarcar todas las voces y no sólo las del oficialismo?”
Pero claro Pablo, si esa es la conclusión, cómo no estar de acuerdo. Esa afirmación ética vale para todos los medios.
Vaya toda nuestra solidaridad con P.S. si fue obligado a escribir todo lo demás.

La nota de Sirven se puede leer en: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1174229

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