miércoles, 4 de marzo de 2009

La prensa y su visión del mundo

Para algunos, hablar de la prensa local y de la prensa monopólica, es una pérdida de tiempo.

"Las noticias de todas maneras llegan", piensan, aunque en realidad no perciben que la mayoría de los temas sobre los que se habla son los que aparecen en los medios masivos.

Por supuesto que se habla de la familia, de lo que pasó en el trabajo, de los amigos y de los vecinos… pero ¿pensamos cuánto está vinculado con lo que cuentan los multimedios?

Que la inseguridad existe no hay duda, pero cuánto más nos preocupa porque en cada noticioso machacan con eso. La educación, el hambre, la droga, la violencia, el tránsito, son temas ‘serios’ de los que se ocupan los medios para demostrar su ‘compromiso social’. Y porque saben que más atrae si hay muchas víctimas, si los accidentes son múltiples o los detalles son escabrosos… Allí no hay distinción entre seriedad y amarillismo. "Los muertos primero" (a la tapa), como señala un viejo precepto del periodismo más venal.

Pero los medios proveen también los remansos, ocupados por entretenimientos… que vienen de los canales del "grupo" propio… "Hay que darles lo que le gusta", para que se queden pegados al medio.

El inglés Dennis Mc Quail (reconocido investigador de los medios), decía en 1987, cuando todavía no estaba tan concentrado su poder universal: "La atención de la audiencia es el sustento del ingreso y el principal soporte financiero para los ‘media’ en tanto industria de servicios."

Y esa prioridad dada a ganar atención "se refleja en la reiterada tendencia a la medición de la audiencia" (hoy el rating minuto a minuto). Y eso se prefiere, decía, "a la investigación de efectos" (el interés que despierta el producto), o "sobre la calidad de la respuesta" (posibilidad de participación del receptor).

En su análisis, Mc Quail llegaba a la conclusión de que esa prioridad era comprensible: "el conseguir una audiencia es condición de necesidad para continuar existiendo y lograr resultados". Y agregaba: "sin tener en cuenta este principio no es fácil comprender (…) algunas características del producto cultural de los media" (continuidad de fórmulas exitosas, falta de riesgo, predominio de la apariencia sobre el contenido, etc.)

La teoría nos lleva a la realidad de la forma más vulgar: atraer la atención para sostener un negocio (la ganancia como finalidad en sí misma). ¿Es que todavía puede pensarse en los multimedios monopólicos como industrias culturales?

Como decía en su época el poeta español Francisco de Quevedo: "Poderoso caballero es don Dinero." ¿Podemos aceptar esta realidad que nos presentan los medios?

Si no nos preparamos para discernir y evaluar con espíritu crítico, corremos el riesgo de terminar como en la teoría de George Gerbner en los años '70: "cuanto más la gente mira la televisión más irreal se vuelve su visión del mundo".

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