martes, 21 de julio de 2009

Perversión

¡Hay tantas formas de perversión!
Alguien que usa la cercanía y la confianza para corromper a un niño. Otro que abusa de su poder para robar y matar impunemente… O bien quien se vale de un determinado prestigio y poder para armar un cambalache.
Algo como esto último es lo que se produjo el sábado 18 de julio en una doble página del suplemento ¡cultural! “ADN” del diario La Nación.
Mariano Grondona, un pseudo periodista que aún hoy sigue viendo con buenos ojos cualquier golpe en contra de la legalidad institucional y a favor de sus ideas regresivas; ese hombre que escribe en el diario de los Mitre y presta su rostro en el canal de Pierri, tuvo esta semana su premio: un libro suyo pudo verse comparado al de un escritor de verdad: Juan Gelman.
El libro de Grondona, en página 14, es un opúsculo denominado: “El poskichnerismo”, donde uno de los victimarios de la constitución y de las leyes se da el lujo de aconsejar cómo debe encaminarse el país a través del bipartidismo.
El otro, en página 15, “De atrásalante en su porfía”, es de uno de los poetas vivos de habla hispana más reconocido mundialmente, y con hijos y una nieta víctimas de ese terrorismo de Estado que Grondona supo defender.
Grondona fue el redactor del comunicado 150, manifiesto que encumbró a Juan Carlos Onganía (alias la morsa), famoso por haber derribado al gobierno constitucional de Arturo Illia, y haber promovido el vaciamiento de la universidad argentina luego del asalto armado conocido como “La noche de los bastones largos”.
En realidad La Nación compara a Gelman (condenado a muerte por la Triple A por ser miembro de organizaciones armadas, y condenado a muerte luego por Montoneros por haberlos acusados de militaristas y de negociar con el dictador Massera) con Grondona, (arrepentido de haber brindado su intelecto al onganiato, pero estimulador de todos los golpes, aún hoy, cuando auguró en su programa que el actual gobierno no llegaría al 2011.)
Y esto no fue casualidad para La Nación.
Uno es ganador del premio Cervantes (el más prestigioso de literatura en habla hispana) y amigo de los escritores más ilustres del planeta. El otro es ganador de un Martín Fierro por su programa televisivo, columnista del diario, fiel defensor de su línea político ideológica y amigo de cuanto dictador anduvo por aquí, además del presidente constitucional Carlos Menem.
¿Será por eso que el escritor del momento más promovido por sus patrones, Jorge Fernández Díaz, director de ADN, decidió hacer esta humorada tan sutil?

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