
La Gazeta informaba sobre las acciones del gobierno patrio y luchaba por la independencia nacional.
Hoy las cosas ya no son iguales y hace falta diferenciar al periodismo y a los periodistas de los multimillonarios dueños de las grandes empresas ligadas con todo tipo de negocios, que intentan manipular la forma de pensar y de actuar de las personas.
Desde Prensa Libre reivindicamos el periodismo local con diversidad y sin campañas para posicionar productos, marcas o candidatos políticos.
Por eso nos enorgullecemos de diferenciarnos de los multimedios y sus subproductos locales, porque pretendemos informar con toda la objetividad posible. Tratamos de contar lo que pasa aunque no quedemos bien con todos.
Todavía somos libres, y agradecemos a quienes nos saludan, pero no nos igualen a los 'noble' a los 'mitre' o a los 'murdoch' porque nos ofenden.
La democracia necesita muchas voces divergentes, no la totalitaria y unívoca visión de los multimedios.